Recupera tu piel seca de forma natural con nuestras claves y consejos que te ayudaran a darle la vida y luminosidad después del verano.
Entramos en el otoño, la época del año donde nuestra piel está más receptiva, con la bajada de la temperatura y momento idóneo para devolver la hidratación perdida a nuestra piel tras los meses veraniegos.
También puede darse el caso de que, por el tipo de piel que tengamos, se sume la sequedad veraniega con el comienzo del uso de las calefacciones, produciendo contrastes térmicos en nuestro hogar o lugar de trabajo.
Todos estos factores ambientales hacen que nuestra piel, y las células que la componen, reciban menos nutrientes y produzcan más acumulación de células muertas.
Esto repercute sobre todo en las pieles a tópicas, llegando a escamarse y generando molestias en forma de picor o brotes atópicos.
Hay que cuidar la hidratación general de nuestra piel, pero debemos poner más énfasis en las partes de nuestro cuerpo más expuestas y por lo tanto las que más sufren, como el rostro y las manos.
Cuando llega el frío o tenemos un cambio de temperaturas negativas, el agua de la epidermis comienza a evaporarse por la falta de secreción de grasas que produce el frío.
Esto podemos evitarlo protegiendo nuestra piel antes de que comencemos a sufrir estos efectos.
Como recomendación te proponemos la crema Facial regeneradora Día. Podrás aplicarla todas las mañanas y nutrir e hidratar la piel del rostro, el cuello y el escote.
Con ácido hialurónico y con 5 aceites vegetales orgánicos que junto con los principios activos presentes en su composición, actúan regenerando, hidratando y nutriendo la piel en profundidad.
Para las manos te proponemos que uses nuestra crema hidratante de manos. Notarás una sensación de hidratación profunda .
Con aceites de caléndula y oliva: Su secreto: la caléndula, que calma y reconforta las manos secas, agrietadas y descamadas por el frío.
TRUCO.
Un método para ayudar en la hidratación de nuestras manos es aplicar, una vez a la semana, una crema o mascarilla y ponernos unos guantes de algodón que hayamos templado en la calefacción.
15 minutos después nos quitamos los guantes, aclaramos con agua tibia y ¡¡voila!, nuestras manos estarán mucho más suaves y flexibles.
Los labios, con una piel mucho más fina que el rostro o las manos, y ayudados de forma negativa al humedecerlos con nuestra saliva y al respirar por la boca, necesitan que los tratemos de manera especial.
Ya no solo con cremas o bálsamos labiales, sino con cuidados básicos como secarlos después de beber y protegiéndolos con dichos bálsamos varias veces al día.
Te recomendamos la crema fluida CONTORNO DE OJOS Y LABIOS CON ÁCIDO HIALURÓNICO.
Aplicada por las mañanas y noches lograrás descongestionar bolsas y ojeras, a la vez que podrás suavizar las lineas de expresión , arrugas y patas de gallo.
Ya no tenemos calor, es más, buscamos la exposición bajo el sol para compensar la bajada de temperatura, pero los rayos ultravioletas y los infrarrojos siguen ahí.
Si vas a estar expuesta a los rayos UVA, pese a que ya no notes sobre calor en la piel, sigues necesitando proteger tu piel de su agresión con cremas fotoprotectoras como crema Facial regeneradora día o Facial revitalizante día, ambas con factor de protección solar (FPS medio)
En invierno los rayos ultravioletas son casi tan perjudiciales como en verano.
Por la noche, con el descanso, la regeneración celular de nuestra piel es mucho más eficiente, por lo que la limpieza de nuestro cutis antes de dormir es fundamental.
Debemos evitar productos agresivos pues nuestra dermis en invierno se encuentra mucho más sensible y se ve más afectada por productos que contengan alcohol y microgránulos.
Te recomendamos en estos casos la crema FACIAL NUTRITIVA NOCHE
¡¡Ojo a la ropa! !
Muy importante: en la medida de lo posible, utilizar prendas de algodón. Las prendas sintéticas o la lana en contacto directo, resecan muchísimo más nuestra piel.
Como el rostro y las manos son las partes más expuestas, y las que más atención les prestamos, dejamos muchas veces sin atención a otras partes del cuerpo que sufren la deshidratación y sequedad .
Los codos, las rodillas o los talones, por ejemplo. Debemos prestarles atención y compensar su sequedad con cremas más untuosas como Crema Hidratante para zonas secas y agrietadas – manos, codos, talones.
Presta atención extra a tus pies, punto que en invierno, a causa del frío, tienen una circulación de sangre más lenta y les cuesta mucho más absorber los productos hidratantes con los que los tratemos.
Igualmente, para las piernas. Podemos activar su circulación sanguínea aplicando aceites o Crema para masaje de piernas cansadas, de manera ascendente desde los tobillos, darnos un masaje con movimientos circulares
Esperamos haber sido de ayuda, y que este otoño logremos tener una piel mucho mejor hidratada y más saludable.
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