Mi piel, mi ritual

¿Sabías que la piel es el mayor órgano que tenemos en el cuerpo humano? Más allá de ser una simple capa protectora, es una superficie que de media ocupa en nuestro cuerpo aproximadamente 2m cuadrados. Es la primera línea de contacto con el mundo exterior, nos protege de los agentes externos y a la vez regula la funciones esenciales como la temperatura y la hidratación.

 

 

La piel siente

Además de ser el más grande es también un órgano sensible que responde a estímulos externos y refleja nuestro bienestar interno. Cuando hay turbulencias como el estrés o la ansiedad, la piel es también una de las primeras afectadas, el síntoma más visible de que las cosas no van bien.

 

 

Mi piel, el manto de mi templo (mi cuerpo)

El lema de nuestra marca de cosmética natural SHIEKO es: : “pon en tu piel sólo lo que te puedas comer”. Es decir, no llegamos a ser conscientes de lo importante que es no aplicar productos en la piel que incluyan ingredientes y/o sustancias tóxicas, ya que éstas pueden dañar nuestra piel y, por tanto, nuestro metabolismo.

 

 

Como sabemos, en el auto-cuidado, el tiempo que dedicas a la piel juega un papel fundamental. Además, la piel tiene memoria, lo que quiere decir que un tratamiento óptimo de la piel a lo largo de los años hará que sin duda tu piel a la larga te lo agradezca y cultives así una piel sana a largo plazo.

 

 

Cuidarla no sólo significa mantenerla limpia y sin impurezas, también hay que nutrirla y mimarla a través de rutinas que promuevan la salud, como por ejemplo el masaje diario de tu propia piel. Se trata de una técnica que no sólo mejora la circulación y la elasticidad, sino que actúa como un ritual de conexión consciente con nuestro propio cuerpo.

 

 

Es casi una práctica meditativa aplicar en tu cuerpo aceites naturales o cremas hidratantes y dedicar un rato de tu rutina diaria a simplemente aplicarla con cariño y consciencia. Además de conseguir una piel suave y flexible, reforzarás la barrera cutánea protegiéndola de agresiones externas y promoviendo su equilibrio natural.

 

 

Comienza esta rutina de amor propio y presta atención a cómo se manifiesta una sensación de bienestar, reforzando la percepción positiva a través de la oxitocina.

 

 

La Oxitocina, o la hormona del bienestar

El tacto, especialmente durante un masaje, aunque sea un masaje que nos hacemos a nuestra propia piel, tiene un impacto profundo en nuestra sensación de bienestar psicológico y físico.

 

 

Cuando dedicamos un rato a hidratar el cuerpo de forma consciente en nuestro cerebro se libera oxitocina, una hormona conocida por la afección, los vínculos y la reducción del estrés, que tiene además el poder de mejorar nuestro estado de ánimo y nuestra sensación de calma.

 

 

Procura además que sea un proceso en el que toda tu mente esté presente en el puro acto de masajear tu piel y aplicar la crema, este ejercicio de mindfulness hará que cada día quieras mantenerlo, disfrutando del proceso y conectando con las sensaciones que genera.

 

 

Reduce el cortisol mientras conectas con tu cuerpo

De esta forma, podrás ver cómo la piel, además de ser nuestro primer contacto con el exterior, también es un fiel reflejo de cómo estamos internamente. A la vez que estás mejorando la condición física de forma externa y la apariencia, estás favoreciendo que se reduzcan en ti los niveles de cortisol, sintiendo de inmediato un estado de relajación que mejorará tu estado anímico.

 

 

La liberación de oxitocina durante estos rituales refuerza no solo la salud de nuestra piel, sino también nuestra salud emocional, creando un ciclo positivo donde cuerpo y mente se cuidan mutuamente. En este sentido, optar por productos de cosmética natural no es solo una elección consciente por nuestra piel, sino también una inversión en nuestro bienestar integral.

 

 

¿Rutina por la mañana o por la noche?
Esta elección es muy personal, por el día ayudarás a despertar los sentidos y podrás poner en circulación tu piel además del resto de tu cuerpo.

Si eliges hacerlo por la noche antes de dormir, será el momento en el que lleves a tu cuerpo estados más relajados y prepararlo para el descanso.

 

 

¿Aceite o crema?

Elige qué tipo de producto prefieres aplicar: cremas hidratantes o aceites.

Te traemos un par de ejemplos para que elijas con cuál de ellos prefieres tratar tu piel.